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BLOCKFLIX O NETBUSTER

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En éste último tiempo como consecuencia de la situación mundial muchas cosas que considerábamos inamovibles o sin cambio han hecho lo contrario. Algunas se han transformado, elevado a un nivel superior y otras han desaparecido o están a punto de hacerlo. La pregunta que nos hacemos o haremos muy pronto es si ésto es malo o bueno y en realidad la disyuntiva no debe ser polarizada. No hay ni bueno ni malo, sólo hay oportunidades que se pueden tomar o dejar pasar y luego evaluar si la decisión fue la correcta, al final todo se reduce a “la decisión”. 

El entretenimiento audiovisual esta experimentando cambios que si bien los sentimos como nuevos en realidad forman parte de la evolución natural de esta industria. Algunos pudieron anticiparse a ellos, otros fueron los que los provocaron y muchos perdieron su oportunidad.

Como siempre, es bueno repasar la historia para entender el proceso por el cual las cosas llegaron adonde hoy están. Veamos. 

Desde los inicios de nuestra sociedad el trabajo era lo que más tiempo ocupaba, sin embargo, había tiempo para el ocio el que, en el proceso evolutivo de las sociedades, fue cambiando y evolucionando con ellas. El deporte siempre fue uno de los pasatiempos favoritos, pero lo dejaremos para otra oportunidad por la extensión de análisis que el tema requiere por lo que veremos en forma rápida, algunas otras formas. En el antiguo Egipto, la sabiduría de los ancianos era muy respetada por lo que niños, jóvenes y adultos acostumbraban reunirse alrededor de los ancianos quienes les relataban historias, casi todas con moraleja. La música regida por la diosa Halthor llamada también “Señora de la Música” formaba parte también de la distracción, sin embargo, se situaba en los niveles altos de la sociedad de entonces. 

En la antigua Grecia, el recitar poemas épicos era una actividad de los “aedos” quienes tenían la potestad de alterarlos o crear historias que se compartían con público; el teatro era

también una forma de expresión donde concurría la sociedad más allá del nivel social que tuviese el individuo. Ya en la Roma antigua, el entretenimiento tenía varias vertientes como el teatro, la música, el circo romano y los espectáculos en el famoso Coliseo (72-80 a.C) construido por Vespasiano (9-79 a.C) e inaugurado por Tito (39-81 a.C) en donde había lugar para el teatro, las luchas y también la música. Era multiplex.

Ya en la Edad Media (siglos V al XV) el entretenimiento estaba localizado en las cortes, manifestándose con música y recitadores de poemas mientras el pueblo solo contaba con juglares y trovadores que relataban en forma de canto lo que ocurría en la vida aristocrática. En la edad moderna (siglos XVI-XVII) la nobleza, era mecenas de obras de arte, teatro, música, ópera realizándose espectáculos a los que la población tenia limitado el acceso situándose en la parte más alejada del escenario. A éstos asistentes se los llamaba “mosqueteros”. Algunos empresarios provenientes de la clase media se arriesgaron a construir teatros estables como el Teatro Olímpico de Vicenza (1580) construido por Andrea Palladio (1508-1580)) primer teatro cerrado y cubierto por tejado en la historia y el Globe Theater de Londres (1599) construido para las obras de William Shakespeare (1564-1616). En cierto modo el siglo XVIII democratiza aún más el entretenimiento aumentando la asistencia de niveles sociales de menores recursos e instrucción al entretenimiento, como teatro y música en sus variantes culta y popular. 

Auguste Marie Louis Nicolas Lumière (1862-1954) y Louis Jean Lumière (1864-1948) inventaron el cinematógrafo, un verdadero parteaguas en el entretenimiento hasta el día de hoy. La “Sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir) fue el lanzamiento formal de esta industria en 1895 (video disponible en Fuente). 

Aunque muchos consideran a Nikola Tesla (1856-1943) el verdadero inventor de la radio, fue Guglielmo Marconi (1874-1937) quien presentó la patente en 1904. A partir de allí, la sociedad tenía la oportunidad de entretenerse gratuitamente en su hogar y para ello se creó suficiente programación adecuada a los tipos de público de acuerdo a la hora de los programas. 

John Logie Baird (1888-1946) crea la televisión electromecánica siendo la primera transmisión publica de éste sistema en 1926 por la BBC. Luego, evoluciona a la televisión electrónica, de más alcance en 1936 en Inglaterra y en 1939 en Estados Unidos. Otro entretenimiento gratis y masivo que promueve el no tener que salir de casa para pasarlo bien. El desarrollo de esta industria fue veloz y exponencial, cada vez había más televisores y público por lo que Hollywood comenzó a preocuparse pues los cines que eran su canal de distribución natural no tenían la concurrencia de antaño. Esta situación cambiaria en unas décadas con el surgimiento de un nuevo canal de distribución que mantendría la industria produciendo, disminuyendo su dependencia a las salas de cine.

James Cook (1942) había creado una empresa de software para la industria petrolera en Texas y, cuando en los años 80’s el petróleo comenzó a perder fuelle su esposa Sandy (1946) lo incitó a poner sus conocimientos en tecnología y bases de datos al servicio de un nuevo negocio. Luego de investigar se decidieron por una franquicia de alquiler de películas con un modelo de negocio diferente al que ya existía y estaba muy fragmentado, el nombre

elegido fue Blockbuster. En éste nuevo modelo, el cliente podría ver las películas exhibidas, tenía un catálogo más amplio, alquiler más largo y contaba con un sistema automatizado de control de inventario y preferencias de los clientes.

La primera tienda abrió en 1985 en Dallas. A los dos años cuando contaban con 15 tiendas, Cook vendió por 18 millones de dólares su empresa a Wayne Huizenga (1937-2018) un exitoso empresario, quien diseño un agresivo plan de expansión con franquicias y compras de pequeñas cadenas de videoclubes que ya existían. Si un videoclub contaba con 500 referencias, Blockbuster lo hacía con 5.000 o más; ésto era posible pues apalancándose en la distribución hacia acuerdos directos con productoras de contenido compartiendo utilidades con ellas. A las personas les resultaba más barato alquilar que comprar una película en VHS o Betamax por lo que el negocio prosperaba rápidamente, los ingresos por golosinas, gaseosas y snacks eran más altos que el alquiler, sin embargo, la estrella de las ganancias era la penalización por la devolución tardía de las películas y no estar rebobinadas al hacerlo. 

La expansión internacional comienza en 1990 cuando ya contaban con más de 1000 tiendas siendo un éxito donde aterrizara, en especial Europa y América Latina. El negocio era tan rentable que Huizenga lo vendió a Viacom en 1994 por más de 7 mil millones. Este monstruo de la producción de contenidos nombro un par de años después a John Antioco (1949) como CEO de la empresa quien la manejo con éxito, en especial su expansión y rentabilidad basada en acuerdos con las productoras. Una década después de la compra por parte de Viacom, el negocio comienza a complicarse, en buena parte por la guerra de precios de los DVDs  ya de venta en supermercados, el crecimiento de un competidor, que luego veremos, y la televisión por cable que se expandía a gran velocidad. A esta fecha Blockbuster contaba con 9.000 tiendas a nivel mundial que estaban sufriendo obsolescencia del modelo; algo tenía que ocurrir, y fue James W. Keyes (1955) quien tuvo que hacerlo. Disminuyó las tiendas quedándose con las más rentables, reinstalo el cobro por atraso en la entrega y frenó su estrategia digital. ¿El resultado?, en 2010 se declaró en quiebra y un año después fue vendida a Dish Network quien no pudo recuperar la empresa cerrando todas sus tiendas. Hoy sólo queda una tienda en Bend (Oregon) gerenciada por Sandi Harding (1973) convertida en hito turístico de una zona rural de pequeñas comunidades con limitado acceso a internet. Es la última tienda e independiente en la que se puede rentar y comprar souvenirs con la marca Blockbuster.

Red Hastings (1960) alquiló en Blockbuster la película Apolo XIII y la perdió. Cuando fue a la tienda le cobraron una multa de 40 dólares. Es entonces cuando empezó a cocinar la idea de un negocio de alquiler de películas por correo. Investigó acerca de los nuevos DVDs y se autoenvió uno recibiéndolo al día siguiente. Busco a su amigo Marc Randolph (1958) y juntos fundan Netflix en 1997 usando una vieja máquina de clasificación de cartas del servicio postal estadounidense. 

Un año después, lanzan el primer sitio web de alquiler y venta de DVD y luego estrenan un servicio por suscripción mensual que permite alquilar un número limitado de películas y no tiene pago por retraso, cuando es devuelta se envía el siguiente lote. Es recién en 2000 cuando introduce un sistema personalizado de recomendación de títulos basado en la puntuación de los suscriptores, lo que hace interactiva la relación con ellos. 

Con la llegada de la banda ancha en 2007, introduce el servicio de streaming, toda una novedad que permite al suscriptor ver películas y series al instante en sus computadoras o laptops. De ahí en más todo se multiplica al llegar a acuerdos con productoras de contenidos, expandirse internacionalmente y producir contenidos propios como “House of Cards” y “Orange is the New Black” entre otros. Ha ganado Oscars con varias de sus producciones e invierte más de 1.000 millones de dólares en producción al año. Su penetración en hogares llegó a 167 millones de suscriptores antes de la pandemia, sumando 16 millones durante los primeros dos meses de esta. Hoy en día tiene competidores como Disney, HBO, Amazon Prime, Pluto TV, Apple TV, Peacock, entre otros, sin embargo, su marca se ha convertido en un genérico del entretenimiento audiovisual hogareño. La historia sigue escribiéndose.

Ahora bien, volviendo a nuestro concepto inicial de oportunidades, no se puede dejar de mencionar un hecho que podría haber cambiado la historia por completo. En el año 2000 no era fácil encontrar productos y servicios por internet ni tampoco los usuarios estaban acostumbrados a ello como hoy en día. Reed Hastings (Netflix) se acercó a John Antioco (Blockbuster) y en un almuerzo le propuso que su empresa pasase a ser una subsidiaria de Blockbuster encargándose de potenciar el negocio de esta última en la web; todo por la suma de 50 millones de dólares. Antioco lo escuchó y le dijo que no estaba interesado, que no veía futuro en el negocio y le deseó suerte. Hoy Netflix vale cerca de 200 mil millones de dólares.

La industria audiovisual sigue transformándose y a ésta aventura se han sumado el teatro y la música a través del streaming con probado éxito sin perder su foco presencial sino por el contrario, descubriendo un modo adicional de llegar a más audiencia. La televisión si bien un poco tarde, también está en esa ruta.

Sin duda, las oportunidades tanto de negocios como personales se presentan y nos ponen en la disyuntiva de la decisión, algo que, si bien depende de la dimensión de la oportunidad, no siempre es sencillo. 

Existe una máxima que reza “dude si no duda” que en definitiva nos indica que tenemos que seguir un proceso de evaluación sin sesgos que, por supuesto incluye dudas, seguido de la acción que no es más que la toma de decisión, asumiendo los riesgos que esta conlleva.

Acostumbrémonos a decidir, es una oportunidad fantástica.

Antonio Delgado

Senior Consultant & Coach

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=BO0EkMKfgJI Blockbuster Still Doesn’t Have A Digital Strategy,History of Blockbuster Inc.. Funding Universe,How Blockbuster Failed at Failing.Stephen Gandel, Blockbuster, Outdone by Netflix, Brian Stelter, www.hisour.com/es , BBC News”